Fernando Renes

KINTSUGI DE CAMPOS | Fernando Renes

Kintsugi de Campos, 2024

¿qué puedo hacer como artista para trabajar por una sociedad y un planeta mejor?

me pregunto esto a menudo cuando trato de encontrarle un sentido al hecho artístico y a mi propia actividad, al embarcarme en proyectos ya sean grandes o pequeños es una cuestión que suelo tener de cabecera, ya que mi propia actividad se enmarca dentro de una práctica cultural elaborada, desarrollada y compartida, bien sea en un museo, en una galería, dentro de una política municipal, regional o incluso nacional, o bien desde la iniciativa privada, bancos, fundaciones o colecciones privadas.

todo esto trato de responderlo sin perder el vínculo entre lo que significa mi quehacer artístico como actividad humanística (entendida ésta como una acción donde la inteligencia debe ser una potencia reflexiva y autónoma) y el mundo que nos ha tocado vivir, en el cual ahora estamos viviendo una crisis de relato, de no saber el sentido de hacia donde vamos, como si estuviéramos viviendo un crepúsculo prolongado provocado por el cambio climático, la amenaza nuclear, las disrupciones tecnológicas…

donde parece que esas cualidades de autonomía y reflexión de la inteligencia están más amenazadas que nunca

uno de los problemas que vivimos es esa lucha entre información y narración, cómo la primera está devorando a la segunda, esterilizándola, aplastándola por esa obesidad mórbida que es el exceso de datos. La información como se vive hoy es a los humanos lo que sería la rueda para los hamsters. Información disponible 24/7 en todo tipo de canales, medios y dispositivos, mismo problema con la obesidad, comida disponible 24/7 en todo tipo de formatos

he centrado mi proyecto para Espacio Nexo990 de Monzón de Campos en esta problemática, la narración nace en el tiempo de ocio, cuando se compartía la comida al calor del fuego en las cuevas y así hasta nuestros días, ahora con la disrupción tecnológica el calor de la leña es el del móvil en la mano de tenerle encendido tanto tiempo y cómo esta adicción a la pantalla nos está convirtiendo en seres más irreflexivos y dependientes

Fernando Renes

aunque matizando, el arte de narrar consiste en transmitir una historia sin explicar demasiado, dejando huecos, que respire y se pueda impregnar con el ojo del espectador, no he tratado de explicar nada, más bien al contrario, crear un momentum en esa dirección, rescatar la aureola del aura en la medida de lo posible y acercarme todo lo que pueda al misterio, sentir ese vértigo que puede sentir un escalador haciendo libre solitario teniendo debajo de sus pies 700 metros de vacío, como Alex Honnold en El Capitán (en mi caso he estado subido a un andamio de 2 metros de altura durante el montaje y ese vértigo lo he sentido)

me sedujo el espacio del Matadero de Monzón de Campos que estaba previamente alicatado hasta una altura, parece que mi cometido aquí era tratar de completarlo

antes de empezar a trabajar en la pieza le pregunté al muro que qué quería ser, como solía hacer Louis Kahn con los ladrillos antes de comenzar un proyecto, creo haberle escuchado bien y que el resultado sea una narración hija de la experiencia, una pieza germinativa donde los diferentes elementos se enlazan, combinan y juegan entre sí generando diferentes momentos, donde la capacidad combinatoria y lúdica hagan un buen maridaje con la autocrítica y la reflexión

por eso la capacidad curativa de la narrativa me interesa tanto, creo que son el perfecto antídoto a la agenda de dominación a través de la información a la que estamos sometidos.

esta propuesta para Monzón de Campos es parte de la tríada que me he propuesto para este 2024, hacer exposiciones en el mundo rural (del que provengo) explorando los diferentes modelos expositivos, espacio gestionado por artistas como es Espacio Nexo990, más adelante en julio inauguro en la galería Fúcares de Almagro donde el espacio fundado por Norberto Dotor cumple su 50 aniversario, para acabar en diciembre inaugurando una muestra en el Museo de Arte Contemporáneo de Genalguacil.

Fernando Renes, 1 de mayo de 2024


Fernando Renes (Covarrubias, 1970) vive y trabaja entre Bilbao y Covarrubias. Estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid e hizo el Máster en investigación y creación en Arte en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco. Su práctica comenzó en los 90, con el dibujo y la animación como medios principales. Cuando en 2014 regresa a España, después de 17 años viviendo en Nueva York y Roma, empieza a trabajar la cerámica dando un soporte tridimensional y vernacular a sus piezas. Ha expuesto individualmente en el MUSAC, León (2022); UPNA, Pamplona (2021); Fundación BilbaoArte Fundazioa, Bilbao (2019); CAB, Burgos, (2019); Genalguacil Pueblo Museo, Málaga (2017); DA2, Salamanca (2015); La Casa Encendida, Madrid (2006) y TRANS>area, New York (2005) entre otras. Su trabajo forma parte de las colecciones de la Fundación Botín, Santander; Centre d´art La Panera, Lleida; Fundación Federico García Lorca, Granada; MUSAC, León; Colección Museo Artium–Gobierno Vasco, Vitoria–Gasteiz o Queens Museum of Art, New York. También aparece en publicaciones como 100 artistas españoles (EXIT, 2008) o Vitamin D, New Perspectives in Drawing (Phaidon, 2005).


Espacio Nexo990 de Monzón de Campos (Palencia)


Mayo/agosto 2024