Tania Blanco

JÍCARA | Tania Blanco

FUERA DE LUGAR | Iglesia de Las Francesas (Valladolid)

13 enero al 12 febrero 2023


Instalación formada por esferas de chocolate y serigrafías de chocolate sobre papel


Jícara es un proyecto que explora la idea de periferia mediante una serie de pequeñas esculturas y estampas realizadas con cacao. Identifico la periferia como la característica forma de la superficie externa de un cuerpo (grano de cacao), y también, como la parte de un conjunto alejado de su centro. A través de esta segunda definición propongo el cacao como un elemento cargado de simbología en las dinámicas centro-periferia impuestas durante las colonias del reino de España en mesoamérica. El cacao fue apropiado y resignificado tras la conquista, pasando de ser considerado un alimento sagrado a ser apreciado sencillamente como una sustancia profana.

Tania Blanco


Porque las culturas mayas y aztecas concedían al chocolate un significado espiritual, tanto que formaba parte de sus rituales y era comparado con la propia sangre, entendiéndolo como “un aporte esencial para la vida”. Por su parte, los colonizadores pronto se percataron de su importancia y comenzaron a consumirlo y comercializarlo, hasta tal punto que en el siglo XVI, siendo ya muy popular, empezó a ser empleado por los miembros del clero, sacerdotes y monjas para la elaboración de sus famosos dulces en toda Europa (a pesar de que ya se conocían sus propiedades estimulantes y afrodisíacas).
Jícara es también el recipiente usado en las culturas prehispánicas para tomar chocolate (“xocolatl”, traducido del maya como “caliente y agua”) o el cacao (“cacahuatl”, traducido del nahuatl como “jugo amargo). La Jícara está fabricada con la corteza de un fruto con forma esférica que tiene fuertes connotaciones mitológicas, los mayas lo consideraban un vaso sagrado redondo como el cielo: “porque el cielo es el cuenco con el que los dioses vierten agua sobre la Tierra”. Curiosamente, en la actualidad, la palabra jícara ha pasado a usarse en algunos lugares de España, por metonimia, para referirse a una onza de chocolate, eliminándose completamente el misticismo sagrado asociado anteriormente al chocolate. Así, además de haber convertido en profana y afrodisiaca tan adorada semilla, el clero evangelizador primero, y la sociedad de consumo después, ha terminado por sobre-explotar, tanto los campos de cultivo para su producción, como a los habitantes de esas tierras, condenándoles a la pobreza y reproduciendo, de forma ininterrumpida, las dinámicas de poder que el centro ejerce sobre la periferia.
Todos los elementos mencionados: la cáscara de un fruto, la forma circular de la jícara, la superficie resquebradiza de un chocolate fino, me ayuda a enfatizar la idea periferia, entendida como una sutil envoltura “celeste” que contiene un centro.

Tania Blanco

Bio | Oviedo, 1987 Licenciada en Bellas Artes (2010), amplía sus estudios con un ciclo superior de Grabado y Técnicas de Estampación (2015), un Máster de Diseño y Pre-impresión (2011) y un ciclo superior de Cerámica Artística (2021).

En 2018 obtiene la beca de producción de la Factoría Cultural de Avilés y su obra gráfica merece una Mención de Honor en el premio de Grabado de la Fundación Vivanco. En 2019 gana el 1º premio de Arte Joven del Principado de Asturias y la beca Emplea Cultura del Banco Santander.

En 2020 su exposición Individual El tiempo de las cosas tiene lugar en la sala Borrón de Oviedo y en el Valey de Piedras Blancas. Debuta en la Galería Guillermina Caicoya con su exposición Ayalga y gana el 1º premio de Cerámica de la Villa de Avilés. En 2021 disfruta la Beca Europea “Z Elementes” en Lorient (Francia) y su trabajo «Tiempo de exposición norte” resulta tercero en el Certamen Nacional de Arte de Luarca. | www.taniablanco.art |